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EN
CÓRDOBA
El
1º de febrero de 1964 salieron de Buenos Aires y de Hernando,
las hermanas que debían fundar en la ciudad de Córdoba
una comunidad religiosa, con miras a establecer un colegio.
El 19 de febrero de 1964 llegaron Sor Beatriz Calcagno, Sor Antonina
y Sor Imelda acompañadas por la Madre Juana, Delegada de
la Congregación en Argentina; fueron recibidas por el padre
Allegri, párroco de Nuestra Sra. de Fátima en Barrio
Matienzo, recorrieron el colegio parroquial y se instalaron en una
vivienda que, aunque muy pequeña, amueblada con la ayuda
de las comunidades de Buenos Aires y Hernando, sería suficiente
para las tres hermanas que iban a ocuparla.
Por
el mes de octubre las clases seguían normalmente, aunque
Dios tenía deparado para ellas otro fin. Hubo malentendidos,
por diversos motivos las hermanas no podían seguir trabajando
en el colegio parroquial, cuando recibieron la orden de la Madre
Delegada de dejar el lugar y regresar a sus destinos de origen.
Hablaron
con el obispo Monseñor Castellano, el cual sumamente apenado
por tal decisión, les dijo:
-“ cuando ustedes quieran volver les doy mi autorización
para cuando sus superiores lo deseen”.
La
comunicación a la Madre Delegada de lo propuesto por Monseñor
Castellanos fue inmediata, lo que hasta hacía poco era un
problema difícil de solucionar, estaba resuelto: no dejarían
la ciudad de Córdoba.
Esto
fue tan importante que, motivadas por la Gracia del Espíritu
Santo, fueron a saludar al Padre Marcelino Juan, Párroco
de Nuestra Señora de Loreto en Barrio Los Naranjos, quien
las invitó a que se quedaran en los límites de su
parroquia porque no había ningún colegio católico
para niñas.
Decidieron ir a hablar con el entonces intendente Dr. Víctor
Martínez, acompañadas por Monseñor Edmundo
Rodriguez Alvarez y el Padre Juan.
El
Señor Intendente las recibió y les cedió el
terreno en el cual se encuentra empazado el actual colegio. Se
confeccionó un acta y las hermanas se retiraron con el corazón
gozoso.
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La
difícil tarea comenzaba...
Mientras
se llevaban a cabo los trámites para acceder al terreno prometido,
debían encontrar un lugar que se ajustara a sus necesidades
dentro los límites de la parroquia Nuestra Señora
de Loreto.
Alquilaron
una casa sobre la Avenida Fuerza Aérea donde vivirían
las hermanas e impartirían educación en dos turnos:
primero, segundo y tercer grado y el jardín de infantes con
dos secciones.
El
colegio se llamaría SANTÍSIMA TRINIDAD
asumiendo el nombre de la Congregación. En marzo de 1965
comenzaron las clases con mucha alegría y amor en el incipiente
colegio.
Se
obtuvo la Inscripción a la enseñanza oficial, por
lo cual los estudios cursados tendrían validez.
Rumbo
al edificio propio
En
1966 el ciclo primario se completó, ante la necesidad de
más espacio, se iniciaron los trámites para comprar
una casa propia y construir algunas aulas ya que el alquiler que
pagaban en ese momento era muy elevado.
Gracias
a la visita de la Madre General, Sor Juana, quien se comprometió
a mandar dinero de España para solventar los gastos de la
construcción y compra de un local, se comenzaron a construir
aulas en la Calle 3 Nº 46 de Barrio Los Naranjos y se remodeló
la casa de Avenida Fuerza Aérea Nº 2262 concluyendo
esta obra justo para comenzar las clases.
En
el año 1967 el ciclo escolar se iniciaría en el nuevo
edificio, que aunque pequeño, era suficiente para el nivel
primario que concurría en dos turnos.
Ese año solo se consiguió la adscripción
y con ésto, las alumnas de cuarto grado en adelante no rendirían
los exámenes para obtener el reconocimiento oficial, por
lo que la noticia fue tomada con total gratificación y alegría.
Si
bien la estabilidad económica del colegio empezaba a consolidarse,
los gastos en pago de cuotas por edificación a Sofinar, los
sueldos y el mantenimiento superaban las fuerzas económicas
del Colegio, pero las hermanas querían una Institución
para la gente humilde y los aranceles debían estar en la
categoría de lo gratuito, por tal motivo dos años
después la Dirección de Institutos Privados concedió
el 100% del aporte destinado a pago de sueldos.
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CRECE
EL INSTITUTO
En
1970 comenzaría a funcionar el nivel secundario. La numerosa
inscripción llegó al número máximo de
cincuenta alumnas.
Los
trámites para obtener el reconocimiento estatal se pondrían
en marcha, comenzarían los viajes a la capital Federal, las
entrevistas, y el envío de notas dirigidas al Servicio Nacional
de la Enseñanza Privada (SNEP).
Se
obtuvo un crédito concedido por el Banco de la Nación
Argentina, para comenzar la construcción de cuatro aulas
en el predio de Barrio San Rafael las que se ampliaron a diez en
1974.
En
el verano de 1971 se empezaría la construcción de
los cuatro salones habilitados para aulas corresponden a lo que
hoy son las direcciones de primaria y secundaria, la sala de docentes
y la sala de video.
En
1972, mientras que el nivel primario continuaba en el edificio de
Barrio Los Naranjos, en Barrio San Rafael, con las cuatro aulas
que se habían construido, estaban en condiciones de estrenar
el nuevo edificio iniciando con primero, segundo y tercer año.
A
partir de ese momento se realizó el pedido de aporte estatal
correspondiente a segundo, tercero y cuarto año. Como todavía
no se recibía la subvención, las hermanas pagaban
a los profesores por horas de acuerdo al sueldo estipulado en ese
entonces, no se incluía antigüedad, salario familiar,
ni ningún tipo de bonificación, lo que se recuperaría
cuando llegara el aporte estatal dado año por año.
En
1974 el colegio estaba completo en sus tres ciclos y recibía
el aporte estatal menos el quinto año que, por las exigencias
de construcción en el edificio escolar no fue aprobado hasta
el año siguiente por el Plan Decreto Nº 6680/56.
Se
agregó a la construcción existente un cuerpo de sanitarios
y seis aulas hacia el lado norte, llegando la edificación
hasta la sala anterior a la actual capilla.
Desde 1976 se trasladó al Barrio de San
Rafael el nivel primario que funcionaba en un solo turno a la tarde.
Ese
año también se organizó la comisión
de ex - alumnas, cuyos objetivos eran acrecentar la fe y amistad
entre las ex - alumnas mediante reuniones y encuentros, fomentar
el espíritu de solidaridad cristiana, colaborar con el colegio
en las fiestas y celebraciones.
Definitivamente
el colegio estaría completo, el edificio seguiría
creciendo, comenzaría a funcionar la biblioteca y el laboratorio.
En
1978 las hermanas estrenaron la casa de San Rafael en terrenos linderos
al edificio escolar.
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Cuando
el colegio cumplió quince años recibió un hermoso
regalo: con el dinero que se obtuvo de la venta de la casa de Avenida
Fuerza Aérea, se construyó la capilla.
A
fines de 1983 se reunió la Comisión de Padres del
Colegio y se propuso la formación de una Subcomisión
destinada a conseguir los materiales para iniciar la construcción
de cinco aulas más.
En
1986 se inició un nuevo Plan de Estudios en el nivel secundario:
Perito en Técnicas Bancarias e Impositivas,
toda una novedad, porque en Córdoba solamente existía
otro colegio con el mismo plan de estudios.
El
colegio siguió creciendo en el aspecto pedagógico,
humano y edilicio; como es sabido, se ha construido en muchas etapas,
según el dinero disponible como en las familias pobres, un
poco cada año hasta tener la casa completa.
Mientras
se gestionaba la aprobación del primer año del nuevo
plan; debido a los insistentes pedidos de las familias de mantener
a sus hijos en un mismo colegio, se dio cabida a la inscripción
de varones en Jardín de Infantes.
El
colegio se transformó en mixto desde ese momento; según
fueran ascendiendo en los grados y en los cursos nuestra realidad
comenzaría a cambiar.
En
1989 se inauguraron las dos salas de Jardín de Infantes y
las dependencias del primer piso, que consistían en la sala
de computación, dos baños, la sala de cómputos
destinado al contralor de cuotas, becas y todo lo concerniente a
la parte administrativo - económica, el gabinete psicopedagógico
y la biblioteca. Ese mismo año las grúas de Astori
colocaron las columnas y techo del nuevo salón. En 1998 se
terminó y se inauguró con la fiesta de fin de año. |
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El 10 de junio de 1990 día de la Santísima
Trinidad festejaríamos las Bodas de Plata del Colegio; veinticinco
años de trayectoria y de vida intensa en pos de una buena
causa: la educación. |
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LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA Y LOS CAMBIOS DE FIN DE SIGLO
Finalmente, luego de años de debates y
análisis, en abril de 1993 se sancionó la Ley Federal
de Educación que transformó el Sistema Educativo Argentino.
La
idea original de la ley consistía en realizar cambios paulatinos
a partir de los primeros años para ir formando a los docentes,
acostumbrar a los padres a las nuevas condiciones y remodelar la
infraestructura.
En
ese año la infraestructura del Colegio estaba prácticamente
completa, contaba con aulas amplias, un Gabinete de Física
y Química, un Centro Administrativo de Cómputos, la
Biblioteca en permanente movimiento, un salón Multiuso en
construcción que hoy se emplea como sala de conferencias
y un amplio patio de recreación.
Los
planes de estudio que estaban en vigencia hasta el momento eran
Perito en Técnicas Bancarias e Impositivas (Decreto Nº
2947/73) y Bachillerato Común (Decreto Nº 6680/56).
La
aplicación de la Transformación Educativa en la provincia
generó cambios vertiginosos; en razón del margen de
libertad otorgado por la Ley Federal, Córdoba implementó
una estructura diferente, ya que si bien mantuvo la división
en niveles Inicial, Educación General Básica y Polimodal,
introdujo modificaciones, especialmente en el Nivel Medio.
A
partir de 1996, se implementó la nueva modalidad en el Colegio:
así, además de la llegada de la primera promoción
de varones al Nivel Medio, se despedían paulatinamente las
últimas promociones correspondientes a los Planes de Estudios
tradicionales.
En
1997 se inició el Ciclo de Especialización en el Establecimiento;
conservando la Orientación de Humanidades característica
del Instituto y a través de un Proyecto basado en Comunicación,
se implementaron dos especialidades: Publicidad y Diseño
Gráfico con Orientación en Arte y Comunicación
Social y Análisis de Mercado.
Finalizado
1999, despidió la primera promoción de estas especialidades
y la última promoción integrada exclusivamente por
mujeres.
El
Instituto Santísima Trinidad intenta preparar a los niños
y jóvenes para que tengan éxito en la vida adulta
enseñándole a pensar con claridad, a resolver situaciones
problemáticas, a tomar decisiones y a emprender proyectos;
para que tomen conciencia del valor de la educación, haciendo
de ellos personas libres, críticas y de libres pensamientos. |
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